Yo¡Pues vaya un titulo más
egocéntrico! ¿No?
Pues sí, para que nos vamos ha
engañar: os quiero hablar de mí. Me llamo Pitt,
tengo 16 años y vivo en el culo de Europa:
España.
Podríamos empezar por cuando iba a la
guardería, pero no creo que os interese en
exceso. Pero de subiros en la maquina del tiempo
no os libráis... Volvamos a las navidades del
2000-2001; lugar: en la casa de mi mejor amigo,
Alberto. Era tarde, no me preguntéis la
hora, no estaba yo para mirar relojes. Estábamos
en el cuarto de su hermano con el ordenador. En
verano ya había tomado yo la determinación de
salir del armario a la próxima que me enamorase.
Y me había enamorado del chico nuevo de la
clase: Ray.
- ¿Hasta que punto confías tú
en mi?
- Eso se lo pregunte yo a Alberto con un hilo de
voz.
- Lo mismo que tú en mi -su
respuesta, sin apenas pensársela y sin indicios
de duda.
- Soy gay.
¡¡¡Ah, tierra, trágame!!! Se
quedo en blanco. Me miraba, intentaba musitar
algo y volvía a mirar la pantalla del ordenador.
Pues vaya, ¡bien empezamos! ¡Eso si que son
ánimos! Menos mal que eso solo duro... ¡10
minutos!
Pero ¿tan fuerte es?
Según pasó la noche lo fue
cuadrando y creo que para cuando me fui a casa lo
tenia medio encauzado. El segundo en caer
fue mi padre. Pero eso si fue sobre ruedas. Me
hizo sentir cómodo, no tuvo nada que ver con lo
del Alberto. Solo me pregunto si estaba seguro,
me dijo que estaba orgulloso de mí y me dio un
abrazo. Es genial.
Después vino Carmen, mi mejor amiga. ¡Se le
cayo la colada al suelo! pero no cuando le dije
que era gay, sino cuando le dije que estaba por
Ray.
Poco a poco, se lo fui diciendo a todos mis
amigos. Y hace ya mucho tiempo que me limito a
ser espontáneo. ¿Para que ocultarse cuando
todos lo saben? Total, los cotilleos son como la
pólvora. Y por supuesto que se lo dije a
Ray. Lo que no le dije es que me gustaba, pero
eso lo adivinó el solito con el tiempo y lo
gracioso es que se lo tomó bien.
Estoy pensando en hablaros de el un poquito... no
todo lo que yo quisiera, eso es demasiado. Él
llegó nuevo a principio de curso. La primera vez
que le vi pensé: "Que imbecil más
feo". Irónico ¿no? Al par de meses, un
domingo por la tarde, sonó el teléfono. Era
él. Y quería que le ayudase con el examen de
dibujo técnico del día siguiente. Que remedio.
Me dijo donde vivía y fui, y ocurrió lo
inevitable. Conectamos a la perfección. Yo era
su nuevo mejor amigo, él era mi nuevo amor.
Dios, que carácter. Que personalidad mas fuerte.
Era la primera vez que hablaba con él y con una
sola mirada nos entendiamos.
Y el se enamoró de una de mis mejores amigas. Ya
te puedes ir muriendo de asquito. Por Ray sé mas
de Marte que ella misma. Pero lo gracioso es que
cuando me hablaba de ella y le veía tan feliz,
me hacia sentir un poco mejor. No podía estar
conmigo, pero era feliz y lo compartía conmigo,
y eso es mucho. No todo lo que necesitaba, pero
si alguien me ha ayudado a superarlo, ese a sido
él. Nunca quise dejar de amarle, mi amor era lo
más grande que jamás había tenido, y no iba a
olvidarlo, a guardarlo en algún lugar de mi
corazón para no volver a sacarlo. Aún hoy le
quiero, le quiero con todo mi ser. No hay día
que no piense en él. Pero ya no duele.
Dicen que el ganador se lo lleva todo y yo esta
vez he sido el ganador. Tengo su corazón, porque
sé que me quiere tanto como yo a él, y tengo al
amigo más fiel que haya existido. Y esos
son los momentos más intensos de mi vida. Hay
muchas cosas mas, cada día es un número; cuenta
las estrellas.
Pero si os he escrito no es solo
para contaros mi vida. Busco un amigo, un amigo
gay. Donde vivo solo hay un bar gay que está
lleno de petardas y drags, todos ellos/as bien
salidos... y entrados de años. No conozco a
nadie como yo, necesito a alguien como yo para
compartir con él mis sentimientos. Si hay
interesados, escribir a: macabla@supercable.es
Gracias por vuestro tiempo.
Pedro
macabla@supercable.es