La niebla
baja; mas no alcanza tu pelo,
del frío tiemblas y te causa desvelo;
no mires por la ventana que vas a estar
despierto,
hasta que el frío termine y este es eterno.
El sol ya no sale,
como siempre, en el medio
de aquellos altos robles que distingues allá a
lo lejos.
Espera por horas los rayos de fuego,
Espera por años, que el frío es eterno.
El escribano a veces
canta sin saber por qué muero,
y sin saber que el silencio aumenta el desvelo.
Consciente de lo dulce del sueño de invierno.
Pendiente de lo fuerte que son mis deseos.
"Busca tu manto
en el susurro del viento",
dice la estrella que alumbra en el cielo,
que aunque no habla dice: "Te quiero"
cuando titila la noche en el firmamento.
Si nunca amanece y
si nunca te veo,
son cosas similares que me quitan el sueño;
mas quiero que sepas que tu rostro vi reflejado
en el cielo,
aquella noche de cuatro lunas, noche de invierno
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