CONSTANTIN KAVAFIS

 

MELANCOLIA DE JASON

El envejecimiento de mi cuerpo y su apariencia
son heridas de terrible puñal.
Resignacion no tengo.
A tí recurro oh arte de la poesía
pues algo sabes de remedios;
tentativas de envolver el dolor en la imaginación y la palabra.
Son heridas de terrible puñal.-
Ahora tráeme oh arte de la poesía
tus consuelos para que _aunque sólo sea por un instante_
no perciba la herida.

 

Lo que tímidamente imaginó de estudiante, está ya claro,
desvelado ante él. Da vueltas y trasnocha,
y se deja arastrar. Y como para nuestro arte debe ser,
su sangre joven y caliente,
el placer la disfruta. A su cuerpo lo vence
ilicita embriaguez erótica, y los juveniles miembros
a ellas se abandonan.
Y asi un simple niño
se hace digno de nuestra mirada,
y por el sublime mundo de la poesía
él tambien pasa
el muchacho sensible de sangre nueva y caliente

 

EN LA CALLE

Su atractivo rostro,un poco pálido;
Y los ojos castaños, como fatigados;
veinticinco años, aunque aparenta mejor veinte;
algo le dá en su atuendo vago aire de artista
-la corbata tal vez, o la forma del cuello-;
marcha sin fin preciso por la calle,
como poseído todavía del placer ilegal,
del prohibido amor que acaba de ser suyo.
Ahora me engaño al menos con ilusiones,
por no sentir vacía mi vida.

Estuve tan cerca tantas veces...
Como me pervertí y cuanta fue mi cobardía;
por qué mantuve mis labios cerrados;
y dentro de mi lloraba por mi vida vacía
y luto vestían mis deseos.
Estar tan próximo en tantas ocasiones
de esos ojos y labios enamorados,
del cuerpo soñado, amado.
Estar tan próximo en tantas ocasiones.

 

POESÍAS