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Primera Parte
Quiero
contar un episodio de mi vida, para que
muchos jóvenes como yo sigan con sus sueños...
Mi vida
siempre fue un vaivén. Como decía una
amiga yo tuve una infancia muy precoz,
pero completamente heterosexual. En mi
barrio o vecindario solo había varones,
pero siempre mis travesuras con las
mujeres empezaron en mi escuela.
Creo que tuve una infancia normal, aunque
cuando tenía como 11 años, mis vecinos
y mi hermano, y en ese periodo en donde
crecemos y desarrollamos pasaba algo
extraño. Varias veces encontraba a mis
vecinos teniendo sexo entre ellos e
incluso a mi hermano mayor. Algunas veces
yo jugaba con mi computadora en mi
habitación mientras detrás mío se
armaba un sodomía y unas orgías entre
mi hermano y mis vecinos.
Al llegar a los 13 años, me enamoré de
una chica del colegio de mi misma edad,
caí locamente enamorado y tuve una
hermosa, apasionada, pero a la vez dañina
relación, puesto que ella y yo éramos
personas de carácter fuerte, y peleábamos
constantemente. Cada vez que eso pasaba,
yo buscaba consuelo en brazos de otras
chicas y así todo eso pasó en 5 años,
en los cuales peleábamos y nos reconciliábamos
y así sucesivamente. Esa relación me
llenaba, pero me destruía, y un día,
después de una fuerte pelea, le pedí a
Dios que guiara mi vida, porque el sabia
las grandes locuras que había hecho por
esa chica, te diré que la mayor locura
que hice fue fracturarme un brazo por
ella.
Mágicamente,
un día, creo yo, que Dios la borró de
mi mente, porque, desde ahí, ella no ha
sido más que un simple recuerdo. Para
esos tiempos, yo cursaba mi primer año
universidad, y me hice de malas
amistades, con las cuales pasaba muchas
noches salvajes, llenas de sexo, alcohol
y drogas. Entonces, un día que casi me
muero de una sobredosis, comprendí que
mi rumbo estaba mal y le reclamé a Dios
el porque, no podía ser feliz con
alguien y tener una vida normal. Así que
deje a esas amistades y me hice de
mejores amigos que me ayudaron y me
orientaron. En el segundo semestre, estábamos
unos amigos y yo, haciendo fila para
nuestra matrícula, cuando en los
pasillos algo me llamó mucho la atención.
Ante mí, estaba un hombre de unos 20 años
que me llamó terriblemente la atención,
y eso nunca me había pasado. No sé,
porqué me atrajo tanto su cara bien
perfilada, su sonrisa amplia y esos ojos
negros, oscuros como la noche. Ahí,
comprendí que lo que vivía no era
normal, porque de repente sentí, una
terrible atracción hacia él...
Muy
pronto, la segunda parte.
Jeremy
email: mack177@hotmail.com
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