RELIGION y HOMOSEXUALIDAD

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Cuando nací, me bautizaron según el rito católico, apostólico y romano.
Esto significa que soy parte de ésta Iglesia.
Con el tiempo, me he ido distanciando de Ella, en cuanto al respeto y a la práctica de los ritos se refiere. Pero sigo sintiéndome ligado a Jesús y espero, en el fondo de mi corazón, no haberme apartado demasiado de sus enseñanzas.
Es más, pienso que crear "LA CIUDAD CUYO PRÍNCIPE ES UN ADOLESCENTE" ha sido el acto más auténticamente cristiano de toda mi vida.

Sin embargo, no me considero la persona más indicada -ni mucho menos la más preparada- para hablar de "RELIGION y HOMOSEXUALIDAD". Me interesaba mucho que lo hiciera alguien, desde dentro de la Iglesia, y he tenido la suerte, hace algunos meses, de conocer al Padre David que es el que, muy amablemente, ha redactado el texto que sigue para LA CIUDAD

Él me escribía, en una de sus cartas, lo siguiente:

"¿Cómo puedo ayudar a tantos que creen en Cristo y a los que las diversas Iglesias, empezando por la Católica, rechazan y condenan, alejándolos de poder descubrir el verdadero rostro de alguien que, ante todo, nos mandó amar -con sus sinónimos: comprender, aceptar, respetar, perdonar...?
Tengo la suerte de poder comprender, desde una misma vivencia... pero creo que la cuestión no es esa: no es necesario que se compartan las vivencias para admitir lo que se debe, para comprender lo que no se entiende, para aceptar algo que es de justicia, aunque sea contrario a principios que, por muy arraigados, no dejan de ser humanos, culturales y, al fin y al cabo, temporales.

Soy sacerdote y vivo en España.
Además de Teología, he estudiado Filosofía y he seguido cursos de Psicología y de Psiquiatría; ahora estoy empezando Derecho (civil)... La verdad es que, como sacerdote, no soy muy ortodoxo y tengo que callar muchas de mis ideas... Por eso, lo que yo pueda aportar a LA CIUDAD, lo haré desde lo que de verdad pienso, que no es fruto de la rabieta de alguien frustrado o insatisfecho, sino que lo he ido fundamentando en la misma Teología, en la Historia de la Iglesia, en la misma Biblia -que no es homófoba como pretenden algunos... Llevo el nombre de David, como el famosos personaje de la Biblia, del que se dice que tenía una relación muy íntima con un amigo "cuyo amor le era más dulce que el de las mujeres" (...así lo dice la Biblia).

Me parece fantástico que puedas ayudar a chavales que, en el despertar de su vida, se sienten torturados por una sociedad y por unas instituciones que no les dejan amar libremente...
La autoridad de mi pensamiento viene de haber conocido a un Dios que ama, que es Padre, que "entiende de emociones" (como dice Alejandro Sanz en su canción), de un Dios que se hizo hombre para estar cerca... Algunos textos nos dicen incluso que "Se hizo pecado"... Pués bien: aunque fueramos, de verdad, pecadores -los homosexuales- como pretenden algunos, Él está a nuestro lado.

Hay que ir caminando con la luz que se tiene, por el sendero que se conoce... pero eso sí: con los ojos abiertos, los oidos atentos y el corazón siempre alerta..."


Uno de los temas que todavía hoy en día siguen siendo dolorosos, en las distintas Iglesias Cristianas, es el rechazo de las relaciones sexuales "fuera del matrimonio" y, en particular, las relaciones "homosexuales". A lo más que llegan, los que quieren ser más comprensivos, es a rogar a Dios que sane de esa enfermedad a las pobres víctimas, por las cuales sienten un sincera compasión. Se apoyan en numerosas citas de la Biblia...

Es mucha la gente que, en su conciencia, siente el rechazo de sus sentimientos. Y es todavía más doloroso el rechazo cuando viene de personas que se las dan de muy liberales en todo... pero que, sin embargo, sienten confusión y miedo cuando ven que puede haber verdadero amor entre dos personas del mismo sexo.

A los jóvenes, se les suele aplaudir su primera cita amorosa... pero siempre y cuando sea con alguien del otro sexo !!!

Las Iglesias, y en concreto la Católica, de la que soy sacerdote, se limitan a pedir que se aparten esos sentimientos, y que no se consienta, de ninguna forma, tener éste tipo de relación.
Yo no puedo, en forma alguna, por honradez y por respeto a Dios, aceptar este punto de vista.

POR HONRADEZ

Porque, para cualquier estudioso de la Biblia, libre de prejuicios, es cuestionable que los casos de condenación de la homosexualidad están relacionados con la práctica de la adoración a los ídolos; que mismo en el caso de Sodoma y Gomorra (de donde viene la palabra "sodomía"), no se puede decir que la condena fuera por la homosexualidad de sus habitantes; que las afirmaciones del apóstol Pablo, tan tajantes, tienen su contexto en el mundo griego...
No voy a entrar ahora en esto más a fondo, pero: ¿Acaso no fue también apoyándose en la Biblia que se condenó a Galileo, se instituyó la Santa Inquisición, se estableció la inferioridad de la mujer con respecto al hombre y la de la raza negra, con respecto a la blanca?
Existen estudios sobre estos temas...

Lo que más siento es que toda esta basura oculta los valores de la Iglesia que Jesús fundó para traernos a todos la esperanza, la liberación de las cargas de la existencia -que tan dura se nos hace a veces-, la fraternidad, etc.

POR RESPETO A DIOS

Un padre que nos quiere, que sabe aceptarnos tal y como somos, y que quiere que le amemos tal y como seamos... nos conoce mejor que nadie. Y si quiso que hubiera hombre y mujer para la procreación de la especie, nos dio tambien unos sentimientos mucho más profundos, un corazón capaz de amar por encima de los instintos.
No podemos cargarle a él nuestra desgracia y soledad, por no poder amar a quien de verdad amamos por ser del mismo sexo.

Quizás a un católico no acepten confesarle y absolverle, sin propósito de luchar contra eso; quizá le rechacen, y no se sienta a gusto en una comunidad que le margina... pero esto no impide que siga queriendo buscar a Dios en su vida.
Quien así se sienta, que sepa que Dios no le rechaza, ni la Iglesia tampoco... solo algunos (demasiados, lo sé) que aun no acaban de enterarse que Dios nos quiere.
A mi me cuesta, muchas veces, seguir en una Iglesia que sé que rechaza mis sentimientos, y que no dudaría en excluirme o alejarme lo más posible si supiera lo que hay en mi corazón. Sigo, porque espero poder ayudar a quienes se me acerquen y puedan encontrar, en mi, comprensión y alguna palabra de orientación.
Es muy duro, pero creo que vale la pena.
Conozco la situación de otras Iglesias cristianas, y no es mejor
(1) ; a no ser las pocas que ya se han constituido como iglesias para la comunidad gay, lesbiana o transexual.

¿Quién puede juzgar sino solo Dios?

Las circunstancias son tantas como personas hay. Seamos comprensivos, y busquemos la sinceridad de nuestro amor y de nuestros sentimientos. Demostremos que sabemos ser fieles, que no somos enfermos... sino hijos de Dios. Además de seres humanos a los que no se nos puede discriminar por razón de nuestras inclinaciones sexuales...

Los cristianos, siempre hemos querido ser abanderados de la defensa de los derechos humanos. Hemos de buscar vías de solución, y la primera es saber que nuestra dignidad, ante Dios, está asegurada.

David


(1) A éste respecto, quisiera publicar aquí un fragmento de una carta que me ha escrito Max, un joven mormón de 16 años, que vive actualmente totalmente desgarrado entre su fé y el trato, no sólo discriminatorio sino tambien tremendamente cruel, al que le tiene sometido su Iglesia, por el mero hecho de ser homosexual.

"...asi que te agradezco sobremanera toda la ayuda que me estas dando. Esto para mi es un aliciente dentro del encierro "LITERAL" en el que me encuentro. Ahora mas que nunca me siento menospreciado por todos mis amigos y familiares.
Estoy muy triste, pero tengo que luchar por mi y salir adelante.
Resulta que cuando un chico mormon (en este caso yo) cumple 12 años, es ordenado en el sacerdocio si es digno de ello.

Es, primeramente, ordenado diácono y al cumplir los 15 años es ordenado maestro y a los 16 años es ordenado presbitero (estos tres pertenecen al sacerdocio de Aaron), a lo 18 es ordenado Elder e integra, desde ese momento, el grado de sacerdocio de Melquisedec, todo ello si es considerado digno de recibirlo.
Pero en mi caso, no me consideran digno...
Amo a mis padres, soy buen estudiante, apoyo a mis amigos, respeto a la gente mayor, de mi boca NUNCA ha salido una palabra que ofenda a alguien, sigo los lineamientos de mi iglesia, respeto los artículos de Fé, amo y sigo los designios de Jesús, amo a mi prójimo, trato de vivir cada dia lo mejor de mi vida, no fumo, no bebo alcohol, hago deporte...
Y sin embargo, no puedo recibir lo que dignifica al hombre dentro de mi religion (El Sacerdocio) por el simple y sencillo hecho de ser homosexual y amar mas a los hombres.
No lo entiendo: muchachos de mi edad -irrespetuosos con sus padres, los he visto hacer cosas indignas que harian enrojecer los rostros de los ministros de mi iglesia- son los que portan los altos grados del sacerdocio que yo no he podido obtener !!!
Otro de los privilegios de los que gozan los miembros de la iglesia mormona es el entrar al Templo, que no es un lugar cualquiera: es la casa del Señor, donde se realizan rituales muy especiales. Alli entra gente chismosa, adultera, ladrona...
Pero sólo le es negada la entrada a un joven cuyo unico pecado es amar al hombre.
Eso me hace sentir mal y, a veces, en la intimidad de mi cuarto me pregunto:

¿Acaso las iglesias no se hicieron para aliviar el sufrimiento de los hombres?
¿Acaso Dios no voltea y me recoge en su regazo cuando elevo mis oraciones a él y mis lagrimas caen al suelo?
¿Acaso no fue hecho el hombre para sentir gozo?
No lo entiendo...

Disculpa todo esto pero tenia que decirselo a alguien..."

Sin comentarios ¿verdad?


Publicamos, a continuación, algunas de las cartas que nos habeis escrito referente a éste tema:


Quiero saludarte y sobre todo a animarte a ser libre y dueño de tu vida, manteniendo los valores que haz encarnado. Ojala los hagas conocer, para que la gente valore lo que es y aspire a ser alguien grande que ayude a crear la Civilizacion del Amor.

Luis


Mi nombre es Gonzalo, vivo en la ciudad de Mexico y soy GAY, pero he comenzado a salir del closet hace poco, tengo 27 años y una pareja maravillosa que me ha ayudado mucho, lo amo pero

TENGO MUCHAS DUDAS...

Por eso quisiera escribirle al Padre David.

Yo no soy catolico, mi pareja si lo es, yo participe como miembro activo de una iglesia cristiana (tipo pentecostal) durante 10 años, toda mi adolescencia se fue ahi, pero tengo que reconocer que desde siempre me han gustado los hombres.
Como decia, gracias al amor de mi pareja hacia mi y el mio hacia el, ahora mis problemas son pocos, pero estoy confundido, sobre todo con las declaraciones del Apostol Pablo en Corintios, donde definitivamente dice que 'los que se acuestan con varones no heredaran el reino de Dios'...

¿Que pasa?

Jesucristo nunca hablo del tema. Cuando se abre el libro de la vida no se condena a homosexuales, pero si a mentirosos y cobardes.

¿A que se refiere Pablo en Corintios? ¿Tiene otra interpretacion? ¿Que dice el texto original? ¿A quienes exactamente les estaba escribiendo?

Gracias y que Dios les bendiga

Gonzalo

Respuesta:

Bueno, veo que tenemos problemas comunes: nuestra forma de sentir y de querer parece que choca con el mensaje de la Biblia.

En cuanto al problema bíblico propiamente dicho, has de tener en cuenta que para los israelitas era una continua problemática la contaminación con costumbres “paganas”. Así que rechazasen las representaciones de la divinidad (cosa que para los cristianos católicos, sin embargo, no es problema); y también el culto a estos ídolos, incluyendo su vertiente sexual. De aquí que considerasen una aberración la relación entre hombres. El pecado de Sodoma se dice que era precisamente cuestión de homosexualidad, cuando aparece claro que el problema fue la falta de hospitalidad.
Para Pablo la cuestión sigue siendo semejante: la prostitución sagrada se practicaba en el culto a los ídolos; además de que la homosexualidad era algo más o menos aceptado en el mundo griego.
Podríamos referirnos a la personalidad del mismo Pablo; si bien en este tema no hay estudios (que yo sepa) puede adivinarse que los propios traumas de Pablo aparecen traducidos en algunos ramalazos que desdicen del resto de su doctrina.

Recordemos que, como tú dices, en los Evangelios no se hace mención de ello. Y sí vemos algo curioso: el apóstol Juan, el adolescente amado de Jesús, que se
reclina en su pecho, sin que produzca extrañeza alguna... Recordemos a David, que dice de Jonatan que su amor era para él más dulce que el de las mujeres.

Parece que en la Biblia se escapan algunos detalles que nos dan que pensar; pues está clara la pretensión de borrar toda alusión a relaciones proscritas. ¿Por qué causa?, no es Dios quien lo dice, son normas procedentes de elementos culturales.

¿Por qué este interés de las iglesias cristianas en mantener esto?. Hay que reconocer que la doctrina de las Iglesias, y particularmente de la católica, elaboradas a lo largo de bastantes siglos, han ido corrompiendo la claridad del mensaje original. Para ello se ha creado un culto a la autoridad, que supera
cualquier perspectiva de Jesús. La misma Biblia es utilizada arbitrariamente: unas cosas se aceptan, otras se interpretan, otras se desechan... con criterios cuestionables.

“Ama y haz lo que quieras” decía Agustín de Hipona. Buena paráfrasis del mandamiento nuevo de Jesús. Esta afirmación aparece de diversas formas en el
nuevo testamento. Y creo que debemos quedarnos con esto; pues la misma Palabra le da una importancia primordial a este mandato.

Dios quiera que algún día los cristianos nos atrevamos a exigir que esto se reconozca. Tengo claro que en el catolicismo es batalla perdida, pues el autoritarismo es parte fundamental de su doctrina; y la jerarquía se sentiría perdida si no pudiese acudir a sus prerrogativas. No se cómo, pero algún día habrá que buscar la forma de iniciar un movimiento de liberación... Hay muchos más oprimidos, y Jesús vino a liberar, no a oprimir. Es que esto es pecado... ¿de verdad...?

Bueno si quieres profundizar tengo aquí dos títulos que están publicados en México:

Arthur, L. Robert “La homosexualidad y el cristiano conservador” Ciudad de México: Ministerio Latinoamericano FUICM (1990)

England, Michael E.: “La Biblia y la homosexualidad” Ciudad de México: Ministerio Latinoamericano FUICM (1990)

Estos dos están publicados por la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, que es
una iglesia cristiana evangélica nacida en la comunidad gay de USA, con implantación en muchos paises.

Espero haberte servido de algo.

Padre David


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- Walter Escalante, Evangélico, ARGENTINA
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