GEORGE IS DEAD!

Diciembre de 1971. Una tarde fría y gris. Marc y yo nos hemos refugiado en uno de estos pequeños cafés típicos del barrio de estudiantes. Es como un nido: se esta calentito y el poco espacio obliga a estar muy cerca unos de otros.
Apoyados los dos en la pequeña mesa de "bistrot" parisina, nuestros rostros casi se rozan. Hasta podríamos besarnos. Se respira en el ambiente una aire festivo: algunos hacen comentarios sobre los exámenes, pero la mayoría habla ya de vacaciones en la nieve, de cena de nochevieja...
Marc y yo nos miramos en silencio, descaradamente a los ojos, como si quisiesemos bebernos con la mirada, saciarnos el uno del otro antes de que llegue este pequeños paréntesis vacacional. Estaremos separados, y sin embargo más juntos que nunca.
A penas si se oye la música que difunden unos pequeños altavoces colgados a las paredes. Estan pasando "My sweet Lord", el último éxito del "beatle" George Harrison:

"My sweet Lord,
I realy want to see you..."

Mi dulce Señor... Realmente, necesito verte, necesito estar contigo, necesito conocerte, necesito seguir tus pasos...
Le estoy dando a estas palabras otro significado, sacrílego casi, mientras acaricio a Marc con la mirada... Con mucha complicidad, me devuelve la caricia envuelta en una sonrisa pícara... Saboreamos este momento y dejamos que se diluya lentamente en nosotros, como si fuera miel, hasta llegar a ser parte de nosotros, de nuestra alma, de nuestros cuerpos.

Siempre que oigo a George Harrison recuerdo aquel momento tan dulce. Pero hoy, este sabor se ha tornado agridulce porque George ha muerto.

29 de Noviembre del 2001

Seguir con la visita de La Ciudad