La idea surgió al leer
las cartas que, con mucho cariño, seguís enviándonos
cada día. Hemos
podido comprobar que, la mayoría de vosotros, teneis
unas historias maravillosas que contar y sería una
verdadera pena no poder compartirlas con todos nuestros
amigos de la red.
Ayer, recibí una carta
de un amigo que me contaba una historia parecida a la
mía y me decía:
"Ante
todo, quiero pedirte que no publiques mi carta"
Y seguía con su
relato...
Yo me quedé pensativo durante un rato. Y le contesté lo
siguiente:
"Tu historia es
muy conmovedora, como la de muchos miles de personas
que han tenido un día que renunciar a un amor porque
esta relación iba en contra de alguna norma social
establecida.
Yo hablo, casi a
diario, con chicos jóvenes que se encuentran con los
mismos problemas y las mismas dificultades que hemos
conocido nosotros: ¿cuantos años más vamos a tener
que esperar para que un joven de 15 años pueda amar
libremente a otro chico, sin tener que mentir, sin
tener que esconderse, sin tener que sentir vergüenza
de sí mismo y de sus propios sentimientos?
¿Por qué tenemos que tolerar, a final del siglo XX,
que unos padres puedan encerrar en un internado a un
adolescente para castigarle por su forma de sentir y
de amar a los demas?
Una de las
finalidades de esta modesta página es contribuir a
que las mentalidades cambien, y que esto no vuelva a
ocurrir, o que ocurra un poco menos cada día.
Esto tendrá mas o menos éxito en la medida en que
seremos más o menos en denunciar públicamente las
injusticias que hemos padecido unos, y que siguen
padeciendo otros, las vejaciónes a las que estamos
sometidos a diario y a lo largo de toda una vida.
Y, para esto, hay que hacer que se sepa, que se
conozca la tortura que esto supone para miles de
personas.
Por eso, yo voy a
respetar tu deseo de no publicar tu mensaje; pero te
voy a pedir que, no solo reconsideres tu postura,
sino que, además, me envíes un relato más
pormenorizado de cómo fué vuestra relación y la
razón
por la que tuvisteis que separaros.
Por supuesto, no se trata aquí de dar nombres ni de
citar lugares: lo que interesa son los hechos en sí,
y no hace falta dar los nombres de los protagonistas:
los protagonistas de estas historias son,
desgraciadamente, universales.
Cambia los nombres y los lugares: pero, por favor,
cuéntanos tu historia y déjame publicarla.
Si realmente esta
separación te hizo desdichado para el resto de tu
vida, ayúdanos para que intentemos, por lo menos,
cambiar las cosas.
Gracias de todo
corazón, y perdóname si te he ofendido.
Cordialmente,
Henry"
Así que hemos decidido
daros la posibilidad de publicar aquí, en éste mismo
espacio, vuestros propios relatos.
No teneis más que
mandarnoslos por e-mail, indicando claramente que van
dirigidos a esta sección.
Y si deseais, además, que vuestros lectores tengan la
oportunidad de escribiros, no olvideis indicar vuestro
e-mail o cualquier otra dirección de correo tradicional.
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